miércoles, 15 de octubre de 2014

La rueda de la emoción y sentimiento.

¿Cuantas veces nos quejamos de la inestabilidad del otro? ¿Has pensado en lo inestable que eres tu? Es muy curiosos que nos quejemos y nos quejemos de los otros y tu? ¿Cómo eres? ¿te has planteado lo difícil que es para un niño que está aprendiendo a interpretar y hacerlo bien lo que piensa un adulto?

Pero a eso tenemos que añadir que a los niños les tratamos como si no entendieran las cosas que les decimos, como si no estuvieran maduros para interpretar sentimientos, para interpretar emociones. Pero ellos las tienen y si no les ponemos nombre los adultos, ¿cómo nombrarán los niños a esos sentimientos? Para alguien que no le explican las cosas es imposible.

Pero es que el mayor problema no lo tienen ellos al interpretar, lo tenemos nosotros al ser capaces de explicar con palabras lo que sentimos, nos vemos coartados como adultos de expresar determinadas cosas. Y más a medida que te has ido encerrando en tu mundo, en tu caparazón. ¿Porqué no somos personas responsables de nuestros sentimientos? ¿Porqué los ocultamos? Somos conscientes de ellos en muchas ocasiones pero los escondemos por si acaso nos dañan. ¿Tan malo es sentir algo?

Pienso que no que es bueno decir lo que uno siente y educar en decirlo, en poder gestionar emociones y sentimientos desde pequeños, no ocultemos la realidad a los niños, pues un día se cruzarán con ella y no les dejará escapar. Lo cual no está reñido con ser niños y dejarles ser felices en su mundo, pero no ocultes lo que sientes con ellos.

Un saludo

1 comentario:

  1. Como dice el título, es una rueda porque la mayoría hemos sido educados para reprimir los sentimientos y emociones y ese mensaje es muy probable que se transmita a su vez a la siguiente generación.
    Ese mensaje que nos dice que expresar el dolor, la tristeza, la rabia, los sentimientos considerados negativos, hará que no seamos aceptados.
    Sonríe, di que todo está bien de puertas afuera. Y esto es algo tan dañino para uno mismo... Negamos, bloqueamos, creamos sombras, reprimimos... Lo que tiene consecuencias destructivas. Se premia el "ser fuerte", al niño que no llora, al niño bueno y callado (y al adulto).
    Daría para mucho este debate.

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