Siempre se habla de la dificultad de ser profesor...aunque más en épocas en las que tenemos a los niños en casa más horas. Pero creo que es más difícil ser educador, pues una persona que enseña está apenas un rato con ellos y después deja de ser alguien que imparte datos que abruma con miles de datos y conceptos. Sin embargo el educador es así, lleva a cabo su forma de pensar a pesar del tiempo, a pesar de todo lo que pueda suceder y no sólo educa a quien tiene en clase, sino que lo lleva consigo.
Por un lado es cómodo porque tiende a ser así, y por tanto no justifica nada sólo es así. También tengamos en cuenta que educamos en lo que hacemos, en cópmo lo hacemos y eso se aprende más que los datos que nos dan en el aula. Por tanto tengamos en cuenta la enseñanza oculta, eso que no ven lo currículums, eso que ven los que pasean a nuestro lado y que la forma de ser que tenemos llega a todos los que hay alrededor. Pensemos en que un padre educa pero no planifica lo que educa, sólo enseña lo que es, por tanto padres, profesores, maestros,...responsables de la educación pido por un momento de reflexión en el que pensemos cómo queremos que sea esa persona que esta a nuestro lado. Pensemos no en que quieres que llegue a ser, sino en cómo queremos que sea, si queremos que sea egoísta, maltratador,...o queremos que sea una persona sencilla, amable, simpática,... pues en muchos casos a esa persona en un futuro la veremos a nuestro lado y será en cierta forma cómo le hayamos educado.
Por ello pienso en el curriculum oculto en la importancia de ese curriculum que no tenemos en cuenta, en nuestra forma de ser.
Un saludo
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