lunes, 19 de mayo de 2014

En el aire libre

Iba a titularlo en el patio de una escuela, pero he querido ampliar el rango de acción, porque el momento de libertad del niño es al aire libre. En una escuela se encuentra socialmente determinado, ya que tiene a sus amigos y tiene poco tiempo para tratar de disipar toda esa capacidad de movimiento y que coartamos los adultos en la escuela. Por ésto me he ido al tiempo libre, cuando el niño disfruta de sus posibilidades y no necesita desahogarse. Sin embargo ese tiempo libre cada día es menor entre semana, llegan al colegio al punto de la mañana, después de la jornada lectiva sigue recibiendo formación reglada, en actividades que necesitan tener pues los padres trabajan, de forma que su jornada se está alargando hasta las diez horas. 


Cuando logran tener tiempo libre es en el fin de semana, si es posible, porque hay que hacer muchas cosas, entre otras las cosas de la casa ya que no hemos tenido tiempo de arreglar la casa. Los padres se ponen nerviosos y el hij@ que sólo quiere jugar recibe bronca por ello, porque no hay tiempo. Así que no sale a la calle hasta que sus padres no han decidido salir. Mientras sale o no sale, va dando vueltas buscando en qué entretenerse. En su cuarto no hay con quien jugar, papá y mamá están nerviosos....media mañana dando vueltas. 

Logramos salir a la calle, y te encuentras muchos niños y sus padres diciendo "ten cuidado NO te manches" ,"eso NO se toca", "NO te tires en el césped", "NO toques el barro"... y como esas frases miles. Pero la palabra más repetida es NO, está en todos lados, total así logramos que este limpio, aséptico, decente... Voy a decir algo a los padres esa persona, pequeña, desgarbada, que se mueve y que quiere explorar el mundo se llama NIÑO y quiere explorar, sus límites, experimentar con la Naturaleza, quiere conocer y para ello precisa tocar, jugar, mancharse.

Es curioso que se nos haya olvidado qué es jugar, qué es experimentar y lo divertido que es aprender a través de los sentidos. Queremos que los niños sean adultos en miniatura, pero ellos necesitan andar, moverse, jugar... además quieren disfrutar de poder hacerlo con niños y con adultos, quieren aprender juegos. Si, esos juegos que nosotros hemos arrinconado en una parte de nuestro cerebro, que decimos que son cosas de niños, pero que cuando jugamos disfrutamos como uno de ellos. ¿Porqué no seguimos siendo un poco niños? ¿Porqué no aprendemos de nuevo a jugar? ¿Porqué no respetamos a esos Seres pequeños que es su momento de aprender, de jugar, de descubrir? ¿Porqué encorsetamos el movimiento de los niños?

Un saludo

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