Cuando se habla de reapertura de minas cómo las de Aznalcollar, me da miedo. Son unas minas que provocaron un desastre ecológico sin precedentes, ahora 16 años después, no hemos aprendido. Se les va a poner trabas a los que las abran, van a exigir una serie de características y una serie de principio medioambientales. Pero realmente esas poblaciones ¿precisan tener una minas a cielo abierto? Después de tanto tiempo esas poblaciones ¿precisan un potencial peligro para su salud y para el ecosistema que se había regenerado? Es una excusa para volver a abrir algo que es potencialmente peligroso.
Cuando pienso en las imágenes de peces muertos en Doñana, cuando pienso en esos momentos en los que esas balsas de aguas contaminadas avanzaban por un Parque Nacional, con metales pesados y provocando la muerte de miles de aves, de animales y de peces, era ver cómo se arrasa la vida en una zona.
Sinceramente voy a ser positivo, porque lo va a coger una multinacional, seguro que va a tener un informe de impacto medioambiental, seguro que la forma de trabajo no es la misma que hace 16 años, seguro que hemos aprendido y además tendrán un plan de viabilidad medioambiental, seguro que tienen mil formas de reducir el impacto, y además SEGURO QUE LO SIGUEN. Perdonad mi escepticismo, perdonar que piense que va a ser una pena volver a poder tener un problema en potencia al lado de una reserva natural.
Cuando pienso en esa forma de extracción de minerales me da por pensar que es complejo solucionar determinados problemas, pero siempre pienso también en que el Ser Humano es capaz de mejorar, de hacer que las cosas cambien y no va a fallar de nuevo en lo mismo que ya lo ha hecho hace poco tiempo. Esperemos que si, que hayamos aprendido de un desastre para que no haya uno nuevo. Que la tecnología estractiva sea mejor y más sostenible.
Un saludo
No hay comentarios:
Publicar un comentario