Hace tiempo que escucho cosas de estos métodos y aún siendo alguien que no tiene mucha experiencia en la crianza natural, en el cariño, en lo que es el apego, me duele pensar que alguien haga lo que promulgan estos métodos a sus hijos.
Cuando pienso en gente que deja llorar a sus hijos indefinidamente me duele saber el dolor que tiene que estar experimentando. Me cuesta pensar que alguien lo haga de forma natural, el coger y dejar llorar indefinidamente, hasta que se calle. El niño no es tonto y aprende que no puede llorar indefinidamente, hasta el infinito, que si no vienen a por él, si no le hacen caso se tendrá que apañar.
Para quien no lo sepa, el método estivil promulga dejar llorar al niño, siguiendo unos tiempos hasta que deja de hacerlo. Claro que lo hace, pasas de él, si alguien pasa de ti, ¿tú que harías como adulto?
Pero ¿que enseñanza trasmites con ese método? Bueno si una, no llores, no confíes ni en tu madre, porque te abandona, porque no te va a hacer caso. No es lo mismo que poner normas, que tener sus tiempo para los adultos. Confundimos normas con ser estrictos, confundimos y hacemos que ese niño aprenda a ser menos social, a no expresar. ¿Acaso a ti si te duele algo no te gusta que te hagan caso? Creo que a todos nos gusta que si nos pasa algo la persona más importante para nosotros esté cerca o alguien que nos consuele.
Un niño no tiraniza, sólo no sabe decir qué le pasa, no sabe que le pasa y se siente mal. Aprendamos que el Ser Humano nace en sociedad y es tan desvalido durante tanto tiempo porque es necesario para su desarrollo. Pensemos que queremos como adultos y si a veces nosotros no sabemos nombrar emociones, ¿cómo lo sabe un niño que no habla, o que está aprendiendo sobre si mismo? No puedo, no sabe, no tiene esa capacidad, por eso llama a quien puede porque no sabe que le pasa.
El Ser Humano es social y enseñemos a los niños a serlo también, no les enseñemos a prescindir de los sentimientos de lo que les pasa. Promulgo un método que es ser Seres Humanos, que atendamos las necesidades de nuestros hijos, que no sobreprotejamos, pues no es pasar de un extremo al otro y cuidemos unos de otros. El Ser Humano responde a su naturaleza.
Un saludo
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