martes, 30 de septiembre de 2014

Educar o instrur/adiestrar.


Partamos de algo muy claro la instrucción es militar, me da sarpullido la guerra y lo que tenga que ver con un arma. Después adiestramiento es enseñar por repetición, con el condicionamiento de lo haces bien te felicito y mal no te felicito o te castigo.

Partiendo de estos dos conceptos, ¿porqué en la educación de niños les adiestramos? Y peor ¿porqué les instruimos? Son personas, es una gran noticia que esas pequeñas cosas que se mueven, gritan y no dejan de preguntar lo que son es una persona, cada uno una. Es una gran noticia que muchos colegas de profesión y adultos no piensan. Esas personas además tienen una serie de pensamientos, tienen muchas cosas que ofrecernos.

Antes de nada pensemos en el objetivo de esta entrada, pensar en que es instruir, adiestrar o enseñar. Cuando vas a escuelas infantiles, a veces te encuentras la grata sorpresa de ver cómo determinadas profesor@s utilizan bien los términos, instruyen para leer, escribir...las técnicas se enseñar por instrucción (machacar hasta que salen como le gusta o sabe el profesor. Sin embargo cuando enseñas, cuando eres maestro buscas la forma de que el alumno atienda a lo que haces, que sea él quien tome la iniciativa de hacer algo. Que él quiera aprender es necesario, es positivo, es algo que nos llevará a enseñar a que aprendan más y mejor.

Es duro pensar que los Seres Humanos, esas personas pequeñas, que están a nuestro lado que tienen muchas ganas de aprender, de crecer por sí mismos. Esas personas preguntan, investigan, experimentan, somos los adultos los que cortamos esas ganas de aprender, de crecer, de desear tener más conocimientos. Nos molesta que pregunten, que jueguen, que se manchen, es bueno que lo hagan es necesario y poco a poco aprenderán y querrán conocer más que si les adiestramos antes de que estén maduros para que lleguen a ese conocimiento, otra cosa es que esta sociedad haya decidido que todos tienen que leer, escribir y hacer raíces cuadradas antes de que su cerebro esté preparado, pero entonces no nos quejemos si no les gusta aprender, si odian lo que les metes en la cabeza. 

Sepamos motivar, enseñar y no machacar las ganas de aprender.

Un saludo

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