martes, 15 de julio de 2014

Enseñar o castigar


Hace un tiempo un niño me dijo que los profes, los maestros sabíamos todo. Mi respuesta fue sencilla:"aprendo cada día de ti" Aprendo cada día de los que tengo al lado, ahora ¿cómo enseñamos nosotros? ¿Cómo queremos que nos enseñen? aprendemos mejor con un castigo o con cariño. Pienso que con el cariño se logran más cosas, que el niño que es enseñado a través del cariño mejor que con el castigo aprende más y es feliz.

Pero a veces te encuentras con gente que te dice que castigar no es malo, que un bofetón no es malo, a veces. Siento disentir de muchas personas, el bofetón es el fracaso del diálogo, es el fracaso del cariño, es el fracaso del educador. Cuando hay un castigo físico hemos llegado a un punto en el que rompo todas las lecciones que le he dado previas y decido pasar por encima dejando un mensaje claro, es más fuerte la fuerza que el diálogo, que el cariño. Por mucho que digamos que lo hacemos por su bien, la verdad es que es una demostración de nuestro fracaso. De que hemos perdido el respeto a la inteligencia y a la capacidad de ese otro Ser Humano.

Educar es enseñar a respetar, a que puede haber posturas distintas. A veces hay quien se extraña cuando vé que ante un gesto malo, se dialoga, no se grita, no se levanta la mano, pero he de decir que no es necesario, que se puede educar sin perder la sonrisa, es duro y a veces hay que tratar de tranquilizarse, pero puede llegarse a dar y es más efectivo.

Enseñemos a querer a través de poner normas desde el amor, desde el respeto y el cariño.

Un saludo

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