viernes, 25 de julio de 2014

Juguetes educativos.

Como desde hace mucho tiempo se habla de juguetes educativos, de juguetes para potenciar la inteligencia,... De acuerdo que un juguete estimula, sin embargo el juguete nunca cubrirá la función de un padre, de una madre o de un educador. Nos empeñamos en pensar en que los niños se entretienen solos, y sí lo hacen, porque no les queda más remedio. Si los padres les ignoran, si les aíslan y les ponen un juguete...se entretienen, claro que si, es como si nosotros esperamos en la sala de espera con un juguete, también jugamos.


No estoy diciendo que estemos todo el día con el niño, pero si que participemos todo el tiempo posible con él, que le cubramos las necesidades afectivas, que sepamos jugar e inventar juegos con ellos. Aprendamos a jugar, reaprendamos a ser niños, que a veces hemos perdido esa faceta. Podemos descubrir cosas maravillosas siendo adultos y jugando con niños, pues tenemos una visión distinta a la suya, y podemos crear nuevas cosas, sorprendernos y lo que considero más importante crearemos un vínculo con ese niño.

Un juguete educativo es maravilloso, pero nunca podrá sustituir al cariño de un padre que está con su hijo jugando. Nunca podrá sustituir a un padre, a una madre que acompaña en el descubrimiento a su hijo, que hace cosas con él. Pues un juguete no deja de ser algo inanimado, pro mucho que tenga texturas, sonidos, teclas, pero le falta algo y es expresar cariño. La forma ideal es jugar padres e hijos con los juguetes, estar a su lado, que el niño sienta la seguridad y comparta tiempo con el padre o la madre.

Pues de esta forma se cubren varias necesidades, la primera es la de apego, es la de necesitar que este a su lado la figura, otra es la de descubrimiento, la de entretenimiento activo, desarrollo de su inteligencia,... Pero por parte del padre o madre también se cubrirán necesidades, cómo es crear el vínculo con su hijo, es aprender de él, imaginar con él,... tengamos en cuenta que los adultos perdemos mucha imaginación, pero los niños pueden despertárnosla y despertar nuestras ganas de jugar.

Un saludo

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